no existe este viento en cautiverio
ni el murmullo que me taladra en la cabeza de los oídos
mi dios es la sangre que bajó hoy una vez más
soy este arroyo que me recuerda que no me quedo sola
pronto me largo a revolear la lengua
a cambiar la piel, al sinsentido del nada que decir
3 comentarios:
El arroyo le recuerda que no se queda sola, pero también le advierte que no se queda quieta... y como dijo un filósofo una vez, también le recuerda que nunca es la misma.
Beso
me encantó. muy bello lo que decís
siempre gracias x hablar conmigo, naimad
Gracias Olinda, pero... está Ud. loca? Cómo me va a agradecer por hablarle??
Mire, no le niego la palabra a nadie (mire que algunos/as hacen votos para que eso suceda eh!!!), mucho menos a gente q no me da motivos. Beso
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