después salimos a caminar y a beber espuma
de las olas de la malta
humo salía de las cabezas
la noche del despiole
frotó la pata huesuda contra mi piel
reconstruida y bronceada
para criquear arrullos en mi caracol
tapado de arena oía las voces que gritan
acá adentro y nadie más sabe
no tengo límite!
me derramo toda alrededor!
entre hortalizas allá entre la sal ahí
inacabablemente acabadoza y acabadificante
me continúo por doquier
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